3er. día ... 9 de abril

Isabelle Huppert y Béatrice Dalle recién comenzando a entrar en tema...

LA VENGEANCE D'UNE FEMME (La Venganza de una Mujer-1990) de Jacques Doillon
Al realizador Jacques Doillon no le toma más de diez minutos de metraje abrojarnos a la trama de su film: una joven (Béatrice Dalle) en un hotel recibe la visita de una mujer madura (Isabelle Huppert). Tiempo atrás la joven, Suzy, ha sido amante de un tal André. El hotel es el mismo en que Suzy y André tenían sus encuentros. Y la que llega es Cécile, la esposa de André. Ambas mujeres se conocen y respetan sus territorios, pero una de ellas tiene una noticia para dar: André ha muerto, varios meses atrás. La noticia mueve el piso de Suzy. Y Cécile se explica: ¿por qué mantener el hecho fuera del conocimiento de Suzy quien, ilícitamente, significó algo para el recordado André? Cécile propone establecer una amistad a lo que Suzy, en principio, se niega. Más tarde, reflexión de por medio, se acerca a Cécile para enterarse algo más del finado. El diálogo va reconstruyendo el pasado, no de manera cinematográfica sino teatral. La cuestión es: ¿qué objeto persiguen estas mujeres al ir tras los pasos de un muerto? ¿Cuánto podrán estar juntas sin recurrir a las sutilezas, a los dobles sentidos o a las agresiones? ¿O hay algo más, algún juego siniestro por parte de laguna de las dos?
Sabemos que es una adaptación de una novela de Dostoievski, "Vechnyj muzh" (El Eterno Marido, 1870). Observamos que no hay nada de música incidental; nada de flashbacks; pocos exteriores; y diálogo, mucho diálogo. Diálogo profuso, al estilo Rohmer, pero con los personajes más móviles (caminando o andando en coche), menos introspectivos y más mundanos. Diálogos brillantes, como "los muertos son grangrena que nos devora"; algunos literarios, como "Proust escribía en imperfecto para provocar dolor"; otros reveladores, como "ella nos está envolviendo en una historia que no es suya ni tampoco mía". Pero, por sobre todo, ¡bienvenida una historia densa con dos mujeres confrontadas por un hombre (aunque fallecido) en que la trama no se tuerce para provocar ningún encuentro lésbico! Eso es cine, sras. y sres., eso es no claudicar ante salidas facilistas. La acción (o mejor dicho, la "inacción") se sostiene en el denso diálogo entre dos grandes actrices que elaboran una composición milimétrica de las antagonistas; la densidad aumenta de forma tan paulatina como gradual hasta que lo denso se torna tenso. Y sea hora de que las protagonistas muestren sus cartas y se cumpla la venganza preanunciada en el título...